Las primeras estructuras de acero
Autores: Nina Casas Guzik y Pablo Arredondo Vera
El puente Eads, comisionado por Andrew Carnegie en 1867, e inaugurado en 1874, se convirtió en la primera construcción en utilizar Acero estructural, así como el primer puente en cruzar el Mississippi al sur de su confluencia con el río Missouri. Además de esto, su construcción revolucionó la tecnología de los cajones a presión: se construyeron cajones presurizados los cuales se desplantaron en el lecho marino con una fuente constante de aire a presión para no permitir la entrada del agua. Dentro de estas grandes cajas trabajaban hombres excavando el suelo hasta llegar a la profundidad proyectada. Ahí, las cajas eran rellenadas con concreto y tabique y así se logró construir la cimentación de los soportes del puente.
El puente de Brooklyn.
Varias de estas tecnologías se recuperaron en la siguiente gran obra de ingeniería con acero estructural: el puente de Brooklyn. Casi desde la fundación de Brooklyn y Nuevas York como ciudades separadas, se había pensado en un puente que las conectara a través del East River. Antes del puente de Brooklyn la única manera de viajar entre las dos ciudades era en ferry. El puente de Brooklyn comenzó su construcción en 1869 y tomó 13 años su inauguración hasta 1883. El puente de Brooklyn es un híbrido entre un puente suspendido y un puente atirantado, cuya estructura en su claro central, los tirantes y los elementos laterales están completamente hechos de acero. Los soportes y las torres fueron construidas en mampostería y sus cimientos se resolvieron con la misma tecnología de cajones a presión del puente Eads, pero con unas proporciones mucho mayores y a mayor profundidad.
Ilustración 1. Puente de Brooklyn (Ilustración de Currier & Ives)
La expansión de la industria acerera y el rascacielos.
En 1871 el Gran Incendio de Chicago consumió la mayor parte de los edificios de madera que estrepitosamente habían sido levantados en unos pocos años volviendo a Chicago la ciudad con el crecimiento más rápido del mundo. Las autoridades modificaron el código de construcción de la ciudad para evitar otra catástrofe similar pidiendo que los edificios fueran construidos con materiales no inflamables como mampostería, hierro forjado, concreto y acero. Esto, junto con la posición central en la red de transporte ferroviario y fluvial que Chicago ocupaba -y todavía ocupa hasta nuestros días- así como al rápido crecimiento económico que exigía remplazar, lo más pronto y de la manera más barata, las construcciones perdidas por el incendio posibilitaron la incorporación del acero como la materia prima esencial de las nuevas construcciones.
Estados Unidos pasó de producir 380,000 toneladas al año en 1875 a 60 millones de toneladas en 1920. El gran crecimiento de la producción acerera volvió a Carnegie el hombre más rico del mundo en 1900 cuando vendió Carnegie Steel a J.P. Morgan, al mismo tiempo que convirtió a los Estados Unidos en el mayor productor mundial de acero. Con el crecimiento exponencial de la oferta del acero se abarató en la misma escala su precio, permitiendo que incursionara en otros mercados, más allá del hasta entonces su mayor consumidor, la industria ferroviaria. Fue así cuando en Chicago durante el entresiglo se conjugaron todos los elementos; jurídicos, económicos, tecnológicos y sociales que posibilitaron no sólo la normalización de la construcción con acero estructural sino la aparición de uno de los elementos esenciales de la modernidad y una de las mayores aportaciones de los Estados Unidos a la arquitectura mundial: el rascacielos.
Los primeros rascacielos.
Tradicionalmente se reconoce al Home Insurance Building, completado en Chicago en 1885, como el primer edificio en usar un esqueleto de acero con concreto reforzado. Al pesar un tercio de lo que hubiera pesado de haber sido construido en mampostería, llamó las suspicacias de los inspectores de estructuras de la ciudad. Demolido en 1931, se le recuerda como el antecedente inmediato del rascacielos. El Rand McNally Building, construido en Chicago en 1890, fue el primer edificio del mundo cuya estructura estaba enteramente fabricada con acero. Fue demolido en 1911. Para 1913 Chicago perdió su primacía en la construcción de rascacielos con el levantamiento del edificio Woolworth en Nueva York, al extremo este de la red industrial norteamericana. Este edificio de 60 pisos fue el edificio más alto del mundo y un modelo de la nueva ingeniería norteamericana de marcos en acero. A este siguieron otros edificios como el Chrysler y el Empire State en 1928 con sus respectivos 319 y 373 metros de altura. El edificio Chrysler sigue siendo el edificio soportado en acero con muros de mampostería más alto del mundo.
Ilustración 2. Home Insurance Building
Ilustración 3. Rand McNally Building